Amalio Sáiz de Bustamante nace en Queveda, Santillana del Mar, en 1864. Su padre, Juan José, formó parte del numeroso colectivo originario de Cantabria que durante el siglo XIX emigró a tierras jerezanas. Amalio llega a Jerez de la Frontera con apenas cuatro años y es allí donde comienza su formación. Finalizado el bachillerato cursa los estudios de Derecho en Madrid, licenciándose en 1886 y regresando seguidamente a Jerez.
En esos tiempos, la comarca jerezana se encontraba inmersa en una grave crisis, motivada por las dificultades que atravesaba la industria vitivinícola. Ocurriría también el desastre del 98, con su enorme repercusión. Eran tiempos propicios para renovarse o morir. Destacan entonces en Jerez dos instituciones: el Ateneo y la Cámara de Comercio, a cuyas filas se incorporó Amalio, promoviendo ambiciosas iniciativas en pro de la anhelada regeneración de la región.
Amalio se distinguió por su tenacidad para llevar a buen término estos proyectos, así como por su lucha contra las desigualdades sociales y el caciquismo, recibiendo el reconocimiento a su labor con su nombramiento como hijo adoptivo y esclarecido de Jerez de la Frontera y el homenaje público que queda plasmado en la placa conmemorativa que adorna la fachada de su estación de ferrocarril.
En este libro se recupera una selección de escritos que permiten seguir los hechos más relevantes de la polifacética actividad de Amalio, narrados con sus propias palabras.